Desengrase industrial de piezas de latón: solución a medida para un acabado galvanizado perfecto

Contexto
Como es bien sabido, una preparación correcta es de fundamental importancia para la posterior adherencia del recubrimiento galvánico.
Un cliente nos contacta, ya que se queja de problemas en piezas de latón cromado, que necesitan ser desengrasadas. La capa de cromo presenta punteaduras, halos y pequeñas burbujas, clara señal de una preparación no perfecta y una adherencia no perfecta del metal recubierto.
Las piezas en cuestión provienen de la fundición y posteriormente se trabajan con herramientas y se pulen; por lo tanto, las superficies están contaminadas con residuos de tierras de fundición, pastas de pulido y aceites de diversa naturaleza.
Dichos residuos, si no se eliminan y desengrasan perfectamente, son la causa de los defectos mencionados anteriormente que hacen que el producto tratado no sea adecuado para el control de calidad.
Qué hicimos
Para empezar, hemos intentado eliminar totalmente las tierras de fundición en la parte interna de las piezas, que en el proceso anterior no se eliminaban por completo. Para ello, hemos añadido a la solución de decapado un aditivo detergente con propiedades humectantes, DECADET BT/G NEWS, que tiene la propiedad de reducir la tensión superficial de la solución decapante, incrementando así su humectabilidad. Esto permite que el ácido trabaje de manera más eficaz y uniforme, desprendiendo en profundidad las tierras de fundición que se han adherido a las superficies de las piezas durante el proceso de fusión.
Posteriormente, teniendo a disposición en la instalación galvánica dos tanques dotados de ultrasonidos con enjuague interpuesto, hemos apuntado a eliminar totalmente las pastas de pulido presentes en las superficies, maximizando también el poder desengrasante frente a los otros contaminantes utilizados para los trabajos mecánicos de torneado de roscado.
Después de una serie de pruebas, hemos puesto a punto un ciclo que prevé el uso de un detergente alcalino (SURFAKLIN 396M) y un detergente ácido (SURFACID RP 888). El primero elimina eficazmente casi la totalidad de las pastas de pulido y de los aceites sin oscurecer ni atacar el metal. El segundo efectúa una limpieza final de acabado, aclarando y haciendo brillante el mismo que después de una oportuna neutralización, está listo para ir al siguiente desengrase electrolítico.
Resultados
Frente a todo esto, el cliente constata inmediatamente una mejora sustancial del aspecto de las piezas: ya a la salida del segundo tanque de ultrasonidos las piezas tratadas se presentan de color claro, completamente exentas de grumos de pastas de pulido y sobre todo con la superficie completamente a velo; este es el principal indicador que revela una superficie perfectamente desengrasada y limpia.
La confirmación definitiva ha llegado una vez finalizado el ciclo galvánico: las piezas se presentan libres de halos y punteaduras y con la capa de cromo brillante y homogénea.
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